AMAR AL PRÓJIMO COMO HABÉIS SIDO AMADAS

Como ya hemos dicho, la ley de la amistad pide que el prójimo sea para nosotros lo que él es para Cristo. Tendréis que amarlo como el Señor nos ha amado, quien llevó su espíritu de servició hasta el lavatorio de los pies y hasta el sacrificio de sí mismo; nos advirtió solemnemente de que un lazo misterioso le hace presente en toda persona desdichada: lo que se hace al más pequeño de los suyos a él mismo se hace (Mt 25,40). La forma de vuestro amor será la misma del amor de Cristo, porque, en lo sucesivo, todo hombre es el hermano « por quien Cris­to ha muerto ». (Rom 14,15).

Tenderéis a que este amor sea creador de unidad y de comu­nión en Cristo, iluminando toda ocasión con su presencia. Y todo amor al prójimo, que merece el nombre de caridad por­que, inspirado por el Espíritu Santo, acrecentará esta unión que pone a Dios más y más en vosotras y a vosotras en él. No perdáis nunca de vista que esto no es más que la satisfacción de una inmensa deuda: « No debéis otra cosa que amor ». Cada uno debe dar su vida por sus hermanos. Y este camino tiende al infinito, pues se trata de amar con un amor que desafía cual­quier imitación: El amor con que Cristo amó a los suyos.

Extraído del documento «Intenciones Esenciales», escrito por nuestro co-fundador, el P. Perrin.

¿Piensas que Dios te pide un amor más incondicional? ¿Crees que este puede ser tu sitio? ¿Quieres conocernos más de cerca?

Ponte en contacto con nosotras a través del apartado «contacto» que encontrarás en esta misma página web

Esta entrada también está disponible en: Anglais Allemand Italien Espagnol Tchèque Polonais Portugais Vietnamien Slave